El ser humano se ha preocupado
por llevarlo bien cuidado, porque el cabello no está solamente para cubrir la
cabeza no, éste tiene otra función, otro significado, otra representación en el
contexto social; el pelo define a la persona y eso varía de acuerdo a la
cultura y la época. “La dignidad y el estado social del hombre se podían
apreciar por la longitud de sus cabellos.
Cabellos cortos llevaban, principalmente en
las culturas romanas, los esclavos, los sirvientes y trabajadores, lo que
proporcionaba a éstas mayor higiene
EN LA ANTIGÜEDAD
Aún hoy día el cabello es
sinónimo de vitalidad. Un cabello bien cuidado, brillante y con vida da buena
impresión, de ahí la importancia de su cuidado. Un cabello opaco, quebradizo o
débil puede ser señal de enfermedad, vejez, mala alimentación etc. Por ello, ha
sido siempre objeto de atenciones y cuidados. “Calvicie, canas y caída del cabello
han sido siempre signos valorados negativamente como señales de vejez o de
enfermedad, que el hombre se ha esforzado por combatir con diferentes medios”
Los primeros cuidados y la importancia del cabello no estaban relacionados con
la estética y la belleza, sino más bien, con cuestiones prácticas y
ceremoniales.
EN EL ANTIGUO EGIPTO
La forma como se llevara el
cabello determinaba la casta o el culto al que perteneciera el individuo. Los
egipcios consideraban el cabello y la forma de llevar el pelo en general, como
el bigote o la barba, un elemento fundamental de la belleza física y de ellos
heredamos las pelucas y el tinte.
La longitud de esta barba indica
la importancia de su portador. Los sacerdotes egipcios llevaban la cabeza calva
y se afeitaban el cuerpo totalmente cada tres días, incluso las cejas.” La
longitud del cabello también definía el estrato social al que se pertenecía.
Cabellos muy largos pertenecían a la nobleza, los cabellos más cortos a los
esclavos y artesanos, criados y sirvientes. Las razones eran obvias, estos
últimos no podían llevar el cabello largo por su trabajo, para evitar el calor
y el contagio de parásitos y la insalubridad; además no tenían tiempo ni
servidumbre que les cuidara el cabello, a diferencia de los nobles.
GRECIA
Resultado de imagen de cabello
griegoFueron los griegos quienes con su vanidad y culto por la belleza,
hicieron del cuidado del cabello parte importante de su ornato. Cabellos
ondulados, rizados, mechones, trenzas, melenas largas, cintas, diademas etc. El
nivel de complejidad de los peinados griegos era mucho mayor al de los
egipcios, eran más variados, más elaborados, de mayor cuidado y detalle usando
más elementos en la decoración del cabello tanto para hombres como para
mujeres.
En las mujeres, el cabello es
largo con rizos delanteros sobre la frente y el cabello recogido en la
coronilla y dividido en gruesos mechones que caen sobre los hombros sobre la
espalda recogidos con cintas.
La “peluca escalonada”, llamada
así porque el cabello llega a los hombros en escalones horizontales. Un poco
más adelante aparece el peinado “perlado” que consiste en cabellos largos sobre
la espalda, divididos en mechones, divididos a su vez en segmentos. También
sobre la cabeza el peinado está ordenado en forma de perlas y sujeto por una
cinta.
Y fue en Grecia donde nacieron,
además de la civilización, los primeros salones de belleza a donde por
supuesto, sólo asistían las personalidades.
Los bárbaros y vikingos llevaban
sus cabellos largos, pero al contrario de los griegos sus cabellos eran
descuidados y sucios, que por no dedicarse a la vida contemplativa, las artes y
ser guerreros, iban siempre en trenza o en cola de caballo.
EN LA EDAD MEDIA
El cabello significaba poder,
riqueza y dignidad. “Las leyes medievales afirman que el tocar o arrancar parte
de la barba o los cabellos será castigado con fuertes multas de dinero o con
castigos corporales” De alguna manera, el modo de llevar el cabello representa
las condiciones sociales y económicas de una época. En aquel entonces la
sociedad era extremadamente pobre, por lo que fue una época de total austeridad
y a su vez de bastante suciedad y epidemias. Esta época conocida como el
oscurantismo, prohibía todo asomo de vanidad y exceso alguno; fue así como el
cuidado del cabello conocido en Roma debió desaparecer, para dar paso a
peinados vulgares y corrientes. Los peinados eran sobrios y en una sociedad
controlada por la religión, la coquetería, la vanidad y la frivolidad no
estaban permitidas. Por supuesto las mujeres llevaban sus cabellos largos,
recogidos en moñas y usaban capuchas para evitar la propagación de piojos. En
general los hombres usaban cabello corto y los mayores tenían barba. Más aún,
la idea de rasurarse no podía ser contemplada porque era sinónimo de vanidad
EN EL RENACIMIENTO
El culto a la belleza personal
fue uno de los valores de la época. Así que el cuidado y la belleza están de
nuevo a la orden del día, gracias al florecimiento de la economía. Se crea la
“moda”, los peinados son de nuevo elaborados y con múltiples accesorios. Se
crean tendencias y los tintes y postizos son apetecidos siendo Italia el
pionero en estos menesteres, pero a pesar de lo elaborados y refinados que
pudiesen ser los peinados, estos tenían buen gusto y eran elegantes sin ser recargados.
En Roma se popularizaron los
cabellos rubios y se empezaron a realizar pruebas para aclarar el cabello. Se
generalizaron los salones de peluquería y se volvieron un negocio, aunque éstos
se ubicaban por especialidades, deviniendo en los actuales salones de belleza.
Inclusive, ya desde esa época, las peluquerías y barberías eran centros de
reunión social y encuentro. La época del Barroco se caracteriza por su
ostentación y exageración y los peinados no estarían fuera de ello. Las clases
privilegiadas se preocupaban más de aparentar que de ser, los nobles daban
demasiada importancia a su aspecto tísico y eran sumamente vanidosos. Es aquí
donde se pone muy de moda las pelucas grandes y excéntricas, fomentadas por
Luis XIV. Las pelucas eran la expresión máxima del derroche, la vanidad, la
ostentosidad, la excentricidad y la frivolidad de la Corte, todo esto con el
ánimo de aparentar una condición social que no se tenía. Finalizando el siglo
XIX con las revoluciones Francesa e Industrial, la historia de la humanidad dio
un giro radical. La peluquería también habría de verse transformada para dar
paso a prácticas muy diferentes a las del Barroco y el Renacimiento, surgiendo
así una nueva sociedad. Aparecieron los peluqueros como tal; expertos en el
cuidado del cabello como los conocemos hoy, naciendo así el oficio de la
peluquería. La sencillez predominaba, por lo tanto, mujeres humildes y
burguesas usaban el cabello recogido en un moño, aunque éstas últimas adornaban
su cabeza con un sombrero. Aparece en 1867 el agua oxigenada, siendo un
adelante impresionante en el arte de la peluquería, usado hasta nuestros días.
EN EL SIGLO XX
Resultado de imagen de peinado
del xxEs el siglo XX el que da paso a la peluquería profesional, convirtiéndose
en un oficio fino y delicado, para el que había que estudiar y preparse. Así,
además de los salones de belleza surgen las academias y escuelas de peluquería
y los peluqueros que luego serán famosos. Es, en este momento, cuando la
peluquería cobra un sentido estético total y el culto por la belleza y la moda
se consolida. Hombres y mujeres por igual hacen de la visita al salón de
belleza, una práctica habitual. Por primera vez las mujeres cortan su cabello
corto, lo cual aún hoy día es muy frecuente. El cabello corto para las mujeres
surgió de la imperiosa necesidad de éstas por trabajar en las fábricas mientras
los hombres estaban en la guerra;
EL PEINADO COMO SIGNO DE
IDENTIDAD
Los años 60’s supusieron una
revolución no sólo a nivel social, cultural o político, ésta también alcanzó
los niveles de la moda, proponiendo un concepto totalmente diferente a lo que
hasta ese momento se había conocido. El cuidado del cabello, la perfección, El look está definido principalmente por la
música, aunque éste también determina otras tendencias: culturales, políticas,
sociales, religiosas, etc, como el hippismo y el movimiento grunge. Otra de las
características de los peinados de esta época era la comodidad, sobretodo para
las mujeres, que ahora trabajaban y tenían muy poco tiempo para lavar, peinar y
arreglar el cabello. “Así, los rockabilies que habían surgido en la década anterior
se peinarán con un tupé al más puro estilo Elvis y lo perpetuarán hasta los
años 90. Los seguidores del movimiento beat imitarán a Beatles con sus
melenitas y flequillos escandalizando a propios y extraños con lo que entonces
se consideraba una melenita demasiado larga para el público masculino. Pero en
los 70’s llegó la auténtica revolución de forma y color: el glam, con David
Bowie en cabeza, propulsó el mullet que llegó a evolucionar hasta límites
insospechados con el movimiento punk que construyó altas crestas de colores
estridentes sobre una base de mullet. Escandalizaban los rastas, que siguiendo
los dreadlocks de Bob Marley triunfaron inicialmente entre el público
afro-americano, aunque en los 90’s se popularizaron a todo tipo de público joven”.Cada
uno de estos estilos era sinónimo de identidad, quien perteneciera a un grupo o
ghetto estaba determinado por la forma de vestir de éste incluyendo el peinado,
el cual representaba una forma de pensamiento, una filosofía de vida. Y esto
sigue siendo cierto en la actualidad, Aún se conservan remanentes de algunos de
estos grupos, otros siguen vigentes con algunas transformaciones y otros han
ido naciendo en el proceso, especialmente en los jóvenes quienes van
descubriendo su identidad y el look que adopten depende en gran medida al grupo
social al que pertenecen o al ídolo a seguir sea este modelo, actor,
deportista, cantante etc.
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BeatlesResultado de imagen de mulletResultado de imagen de dreadlocks de Bob
Marley
EL MUNDO CONTEMPORÁNEO
El convulsionado siglo XX ha permitido la
evolución de la peluquería o hairstyling, hasta el punto de lograr que hoy por
hoy sea una profesión destacada, envidiada, respetada y por supuesto ante todo
un arte. Sin embargo, en la época actual estar a la moda es relativo. Hay total
libertad en la forma de llevar el cabello. Aunque hay tendencias mundiales y
pautas, cada quien lleva su cabello de la forma como mejor le parezca. No hay
normas impuestas en el sentido estricto de la palabra, no hay sanciones
explícitas; quien sea rechazado por algunos debido a su look será aceptado por
otros, viéndose así infinidad de estilos o “anti-estilos” todos igualmente
valederos y significantes.
Hay diferencias entre jóvenes y
viejos, hombres y mujeres, inclusive entre regiones, cada cual da a su cabello
y a sus pelos su toque personal, aunque de alguna manera condicionado por el
patrón sociocultural. “Jóvenes y no tan jóvenes reservan una parte de su
presupuesto mensual a cuidar su cabello, a hacerlo cambiar, a colorearlo o
darle forma; empieza el milenio de la peluquería, el tiempo en que las barreras
han sido derrocadas y cualquiera de los estilos que a lo largo de los siglos
anteriores han triunfado ahora se puede ver en las cabezas de los/las más
atrevidos y vanguardistas”
El cabello se convierte así en un
parámetro importante en la definición y conformación del estilo y la
personalidad. Así como la nariz es parte fundamental de la cara y el más mínimo
cambio en ella produce una transformación en el rostro, el cabello es
definitivo en la imagen de una persona. Cambios de color, corte, textura,
longitud, sean radicales o no, modifican de forma substancial no sólo el pelo o
el rostro, sino el conjunto del cuerpo. Cuando una persona tiene un nuevo look,
se ve más segura de sí misma, más decidida y este cambio por pequeño que sea,
varía su comportamiento. Al igual que una cirugía estética, el cambio de look
permite a la persona sentirse admirada y con el beneplácito de los otros, así
que la seguridad se ve reflejada en cada uno de los movimientos de su cuerpo:
caminar, mover las manos, sonreír, sentarse, contonear las caderas y por
supuesto el agitar del cabello al movimiento de la cabeza.
El cabello es un indicador de
salud, de bienestar genético y vital. Estamos programados para leer en él “qué
tan bien está la persona” como pareja potencial. Por eso es inevitable que nos
veamos atraídos por hermosas, brillantes y saludables cabelleras, tanto hombres
como mujeres por eso las mujeres cuando
van a algún evento o una cita “importante” o algo, siempre, siempre van a la
peluquería a arreglarse el cabello, porque saben que es lo que más
impacta. Es así como un simple corte de
cabello se convierte en todo un ritual encerrando su mística propia.
El corte de cabello no se queda
ahí en el corte, va más allá, sus efectos empiezan a verse desde el mismo
instante en que la persona se mira en el espejo y se “siente otra”. No importa
el espacio o el tiempo, el corte de cabello siempre tendrá un trasfondo o
varios, sea este moral, cultural, religioso, social, psicológico, estético,
médico.
“El tipo de peinado es también
una señal de identidad cultural, social e incluso étnica, y puede ser usada
como una forma de ilustrar un estatus social como forma de individualizarse”
Desde que las mujeres cortaron
por primera vez su cabello al estilo garçon (corto), éste se convirtió en el
símbolo de la mujer moderna: emprendedora, atrevida, independiente. Así como
los cabellos recogidos son sinónimo de elegancia; aunque no a todas las mujeres
les luce, sólo a aquellas con largos cuellos, bonitas orejas y hombros
delicados.
Es una conducta social cuidar el
pelo cualquiera que este sea y la existencia de las rasuradoras, cuchillas de
afeitar, cera, depilación con láser, etc. lo demuestra. Los pelos no son bien
vistos, son desagradables y en la mayoría de los casos dan asco. Máxime cuando
estos no están bien llevados, son enmarañados, desordenados, sucios, enredados.
El pelo da aspecto de suciedad,
descuido personal, desaseo y el significado varía de acuerdo al género.
“Depende, si son pelos en las axilas de una mujer, pues se ve feísimo, pero en
cambio en un hombre, no se ven tan mal. Igual en el “bikini”
El tratamiento del pelo en el
cuerpo se da de manera diferente para hombres y mujeres. A ellas no se les ve
bien sus pelos; cejas, piernas, axilas y pubis deben ser depilados total o
parcialmente para significar decoro, cuidado, limpieza, delicadeza, bienestar,
inclusive elegancia, estilo y estatus. A ellos por el contrario, se les permite
llevar sus pelos de forma natural: desordenados, enredados, abundantes, entre
más mejor. y si un hombre llega a depilarse, se piensa que es un metrosexual o
un homosexual, aunque estos dos términos, no son sino una forma “moderna” de
nombrar a dos prácticas que se han acostumbrado desde siglos atrás. Basta
simplemente ser un buen observador para corroborar lo anterior. Inclusive, esta
conducta ni siquiera es propia de nuestro siglo; exceptuando la Edad Media,
desde la prehistoria tanto hombres como mujeres siempre han cuidado de su
aspecto personal siguiendo los patrones propios de cada época. “Le pareció una
monstruosidad, una deformación aterradora que le causó repugnancia. Su
conocimiento y apreciación estética de la figura femenina desnuda provenían de
su profundo estudio del arte, sobre de la pintura y la escultura de la
tradición clásica y neoclásica, donde la vulva de la mujer siempre aparece
depilada, suave, lisa y pulcra como el mármol. Figuras castas y deserotizadas.”
Lo anterior le sucedió a Jhon
Ruskin, un crítico y teórico de arte inglés de la era victoriana cuando vio que
el pubis de su esposa era peludo; nunca la tocó. Hoy, luego de casi 200 años
después, aún cuando el hombre sabe que el pubis es peludo, sigue teniendo esa
misma sensación de desagrado y repugnancia frente a una vulva peluda. Y la
mujer repulsa su propio Monte Venusino. Sin embargo, es curioso ver cómo a
pesar de que Monte de Venus viene de relacionar al vello pubiano femenino con
la diosa Venus, ésta aparece tal y como la conocía bien Ruskin-, con un pubis
totalmente suave, terso y rosado como el de una niña. “Aún ahora, el
puritanismo nos amenaza con sus prohibiciones.
El cine estadounidense es un gran
promotor de la violencia, hace apologías del sadismo y el morbo y, sin embargo,
sigue considerando inaceptables otras cosas. Para las producciones de
Hollywood, es tabú que las mujeres muestren el vello de las axilas: los hombres
no. Para la industria porno, donde todo está permitido, no importa cuán bizarro
o denigrante sea, el pubis debe estar completamente depilado, rasurado y liso
como una bola de billar para que tenga un aspecto aséptico, sanitario y
esterilizado.
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del 2020 En medio de los tiroteos,
mutilaciones, sangre y matanzas, las damas deben mantener una imagen higiénica:
otra extraña manifestación del puritanismo protestante.Y es que son
precisamente ese tipo de imágenes las que nos muestran cómo se ven los hombres
y mujeres “bellos”, cómo quien es lindo es digno de mostrarse y quien no, pues
debe quedarse en la oscuridad del anonimato. Y es que el pelo también significa
erotismo. ¿No prefieren acaso los hombres, mujeres con largas y brillantes
cabelleras ondeando? ¿No es acaso un hombre de cejas pobladas, atractivo para
muchas mujeres? Un hombre peludo, barba y cejas pobladas, vello en el pecho,
piernas y axilas. puede ser atractivo para muchas mujeres, incluso si llevan
patillas. Biológicamente eso significa que él es un macho, que está bien dotado
y que tiene buenos genes para dar buenas crías y asegurar una raza fuerte; tal
es el caso del vello pubiano, tanto para hombres como para mujeres. que
significa que una persona ya es sexualmente madura y lista para reproducirse.
Una mujer peluda sin comentarios. Pero una mujer con sus pelos arreglados, es
altamente deseada y sexualmente atractiva e inclusive envidiada, un cabello
sano significa una buena madre para criar hijos. En el caso de las cejas, las
mujeres cuando las depilan dan un contorno distinto a su cara y esta toma un
matiz diferente: entre tanto una ceja no esté bien delineada, el maquillaje
nunca se verá cómo debe ser. Otra característica de las cejas es que cuando las
mujeres están ovulando, se tornan diferentes: se pueblan un poco más, se
modelan, se vuelven más grandes; en pocas palabras se vuelven más atractivas
para llamar la atención del hombre. Me atrevería a decir, que después del
cabello, el vello pubiano es el más erótico, No sólo porque está relacionado
con la zona genital y los órganos sexuales, sino porque al parecer el vello
púbico al igual que el axilar captura las feromonas incrementando el deseo
sexual. Pocos pelos son realmente repulsivos y poco eróticos como los de la
nariz (cilios) y orejas cuando han crecido de manera descontrolada y empiezan a
asomarse. Estos otros pelos, también han sufrido cambios y transformaciones a
lo largo de la historia, representar costumbres y modos de las distintas
épocas. Se han descuidado, teñido, cortado, limpiado, extirpado por completo;
han sido sinónimo de peleas, de estatus, han cobrado mucha importancia o han
sido totalmente inocuos.
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